Comparto la alegría de mi nuevo libro millonario: “Tres”, de Abarcar Ediciones. La búsqueda de este volumen pasa por el vínculo entre River y España en futbolistas, juegos, filiales. El capítulo final es una “ficción”: la final en Madrid. Cuenta con un insert color, la intro de Ariel Griot Prat, el prólogo de Jorge Heuck y la invalorable colaboración de Osvaldo Riganti.
OTRAS HISTORIAS que no están en el LIBRO
“HISTORIAS de RIVER CANTADAS por su GENTE” (2010, emprendimiento independiente) e “HISTORIAS de RIVER CANTADAS por su GENTE II” (2012, Abarcar Ediciones) son dos obras con las que comencé mi recorrido como autor de la Banda Roja. Luego llegaron: “RIVER ES ARGENTINA: UN GRITO SAGRADO”, “GRANDES HERMANOS”, “MONUMENTALES”, “MILLONARIAS INÉDITAS” (libro/revista junto a Jorge de los Ríos), “LA TRICOLOR” y “TRES”, todos del mismo sello editorial.
martes, 24 de diciembre de 2019
domingo, 11 de agosto de 2019
Se viene el “VI ENCUENTRO PUENTE LABRUNA: uniendo a historiadores y coleccionistas con los riverplatenses”
En el mes del Día Internacional del Hincha de River, un nuevo “Puente Labruna: uniendo a historiadores y coleccionistas con los riverplatenses”. Revistas, libros, láminas, fotos papel, figuritas, pósters, bijouterie, banderines, gorros... una muestra única del Millonario.
sábado, 5 de enero de 2019
LIBRO “LA TRICOLOR”, UN HOMENAJE AL RIVER DEL AMATEURISMO
Comparto con Uds. una nueva alegría millonaria: la salida de “La tricolor” (Abarcar Ediciones), un homenaje al River del amateurismo: 1901-1931. Doscientas cuarenta páginas, medida 15 x 23 cm. En ellas transcurren sus fundadores, sus héroes, sus primeras canchas, sus camisetas, sus títulos, el prólogo de Osvaldo Riganti, las ilustraciones de Jorge de los Rios, el epílogo de N Mario Monta Drgrana y el aporte de dos xeneises que se refieren al “kilómetro cero” del superclásico: Pablo Abbatángelo y Claudio Salerno.
Incluye un capítulo alusivo al himno millonario, a las pinturas de Quinquela Martín en la confitería del club y al posible vínculo de algunos de los primeros dirigentes con la Masonería.
Incluye un capítulo alusivo al himno millonario, a las pinturas de Quinquela Martín en la confitería del club y al posible vínculo de algunos de los primeros dirigentes con la Masonería.
martes, 18 de diciembre de 2018
sábado, 1 de septiembre de 2018
III ENCUENTRO PUENTE LABRUNA, EL SÁBADO 8 EN VILLA DEL PARQUE
“III Encuentro Puente Labruna, uniendo historiadores y coleccionistas”... con el público millonario (dedicado a Angelito). Una actividad donde se combina la pasión por River y la pasión por el coleccionismo.
Gabriel Cuesta pone a disposición de los expositores y de la gente el salón de la Asociación Vecinal Biblioteca Popular de Villa del Parque (Baigorria 3373, CABA) para que los visitantes puedan comprar libros, fotos, pósters, banderines, remeras, bijouterie, figuritas y demás piezas millonarias.
Entrada libre y gratuita.
Gabriel Cuesta pone a disposición de los expositores y de la gente el salón de la Asociación Vecinal Biblioteca Popular de Villa del Parque (Baigorria 3373, CABA) para que los visitantes puedan comprar libros, fotos, pósters, banderines, remeras, bijouterie, figuritas y demás piezas millonarias.
Entrada libre y gratuita.
viernes, 23 de junio de 2017
Mi nueva obra de RIVER: “MILLONARIAS INÉDITAS, figuritas y láminas de River que nunca salieron”, junto con JORGE DE LOS RÍOS
A través de Abarcar Ediciones, salió mi nueva obra riverplatense: “MILLONARIAS INÉDITAS, figuritas y láminas de River que nunca salieron”.
Se trata de un libro/revista medida A4 (21 x 29 cm) a todo color, donde tengo el honor de compartir la autoría con Jorge de los Rios, el más grande realmente. El se encargó de las ilustraciones y yo de los textos, en gran iniciativa que tuvo la editorial en juntarnos.
Comienza la edición a distribuirse en librerías, puestos de diarios y en los espacios riverplatenses. Saludos.
Se trata de un libro/revista medida A4 (21 x 29 cm) a todo color, donde tengo el honor de compartir la autoría con Jorge de los Rios, el más grande realmente. El se encargó de las ilustraciones y yo de los textos, en gran iniciativa que tuvo la editorial en juntarnos.
Comienza la edición a distribuirse en librerías, puestos de diarios y en los espacios riverplatenses. Saludos.
viernes, 15 de julio de 2016
Mi quinto LIBRO de RIVER: “MONUMENTALES”
La pasión sana de los hinchas –sin intereses mezquinos- está
reflejada en “Monumentales”, libro de River publicado por Abarcar Ediciones.
En mi quinta obra millonaria como
autor (ya que participé en otras como prologuista o diseñador) describo las historias y
el presente de los simpatizantes más caracterizados, aquellos personajes
pintorescos que han sobresalido dentro y fuera del club por sus excentricidades
y su desbordante amor a los colores.
En esa búsqueda, me enfoco fundamentalmente en
Haydée Martínez “la
Gorda Matosas ”, Miguel Villacorta “Preso de un sentimiento”,
Miguel del “Rivermóvil”, Juan Farías “el Súperhincha de las estadísticas” y cito a varios “locos lindos” más para el desarrollo de un escrito que apunta al
corazón, al folclore positivo del fútbol.
lunes, 13 de abril de 2015
Mi cuarto libro de River: “GRANDES HERMANOS”
Comparto con Uds. la alegría de la publicación de Abarcar Ediciones de mi cuarto libro millonario: “Grandes hermanos”.
En Facebook: Gustavo Eloy Cardone
Después de escribir
“Historias de River cantadas por su gente I y II” y “River es Argentina: un
grito sagrado”, recientemente salió mi nuevo ensayo del club de
Núñez: “Grandes hermanos”, donde describo la actuación internacional del
rojiblanco y su amistad con Torino de Italia, Millonarios de Colombia y Rayo
Vallecano de España.
Con prólogo de Martín Jona, epílogo de Osvaldo Riganti y un insert
color, esta nueva obra (que también diseñé) narra las campañas de River Plate en las diferentes Copas
oficiales, giras y amistosos internacionales. Un recorrido ameno y variado, de
ayer a hoy. Hice hincapié en los gestos fraternos que ha tenido la entidad argentina
en algunos de esos periplos, resaltando situaciones que estuvieron más allá del
juego en sí. Asimismo, detallo los lazos institucionales fraternos que hasta
hoy conserva con sus similares de Turín, los embajadores y los rayistas. Saludos.En Facebook: Gustavo Eloy Cardone
martes, 28 de enero de 2014
“SINTONÍA MONUMENTAL”, una ALTERNATIVA en TRANSMISIÓN RADIAL PARTIDARIA
Los audios del fútbol por la tele cansan... Las transmisiones partidarias son más de lo mismo.
Surge entonces una alternativa, un equipo que ya viene saliendo a la cancha desde hace algunas temporadas progresando cada vez un poco más y que largó con todo en el torneo Final 2014: SINTONÍA MONUMENTAL.
Surge entonces una alternativa, un equipo que ya viene saliendo a la cancha desde hace algunas temporadas progresando cada vez un poco más y que largó con todo en el torneo Final 2014: SINTONÍA MONUMENTAL.
Se trata de un programa netamente
independiente que acompaña las diecinueve fechas a River desde el estadio. En el próximo certamen va salir por el aire de Radio Cadena Eco (AM 1220), para CABA y la
provincia de Buenos Aires y para todo el país por sus mas de
treinta repetidoras.Como desde el 2009 para todo el mundo por
sintoniamonumental.blogspot.com
Desde hace
ya nueve torneos tiene una gran audiencia que sigue los relatos de Hernán ”el Tano” Santarsiero, un hincha de la
banda desde la cuna.
Asimismo, todos los jueves de 21 a 22 hs emiten Simplemente Monumental.
¡A tenerlos en cuenta!
jueves, 28 de noviembre de 2013
MI TERCER LIBRO MILLONARIO: “RIVER ES ARGENTINA: UN GRITO SAGRADO”
Comparto con Uds. la alegría de la salida de mi nueva obra, donde abordo el vínculo histórico entre nuestro amado club y la celeste y blanca. Con intro de Martín Jona y prólogo de Osvaldo Riganti, el contenido incluye tres capítulos y un insert color de imágenes que no están en internet.
Para conseguirlo, favor de escribir a porsugente@gmail.com
Saludos
Para conseguirlo, favor de escribir a porsugente@gmail.com
Saludos
viernes, 30 de agosto de 2013
GRACIAS FEDERICO, por tus COMENTARIOS ACERCA de “HISTORIAS de RIVER CANTADAS por su GENTE II”
Dijo Federico Peretti, guionista y director de “Esos colores que llevás”:
“El libro ´Historias de River cantadas por su gente II´ me lo morfé literalmente en dos días. Me encantó realmente, y de hecho no esperaba que fuera así en cuanto al contenido, me lo hacía más de hinchada y no con esas historias tan copadas. Si tuviera ingerencia en la cultura del club, pediría que impriman 120.000 para darle uno a cada socio!”.
“El libro ´Historias de River cantadas por su gente II´ me lo morfé literalmente en dos días. Me encantó realmente, y de hecho no esperaba que fuera así en cuanto al contenido, me lo hacía más de hinchada y no con esas historias tan copadas. Si tuviera ingerencia en la cultura del club, pediría que impriman 120.000 para darle uno a cada socio!”.
lunes, 28 de enero de 2013
Un LECHO de CRISTAL para los DOS
El árbitro chileno Castro está convencido: “Me voy, esto ya está suspendido” parece decir, mientras un colega trata de tranquilizarlo y los futbolistas visitantes no saben si agredirlo o dejarlo ir... Instantes después, ante el coro de silbidos y abucheos del Monumental, volvió y reanudó el juego. Vergonzoso. Hasta ese momento de la segunda parte iban empatando en dos tantos por bando River y el Sporting Cristal de Perú. Luego ganaría River. Pero el triunfo local se vio empañado por los incidentes y no precisamente por culpa de sus jugadores, ni del cuerpo técnico ni del público.
Por el grupo 2 de la Copa Libertadores 1980 los Millonarios enfrentaban al Cristal en su segundo partido, después de haber empatado el primero en el mismo escenario sin abrir el marcador ante Velez, quien junto a Chalaco –también de Perú- compartían la zona.
Imprevistamente el elenco donde jugaban Chumpitaz, Oblitas y el arquero Quiroga se puso dos goles arriba a través de Percy Rojas y Uribe. A partir de allí, apelaron al juego brusco para detener la arremetida del conjunto de Labruna, que se vio sorprendido y trató de revertir la situación. El juez empezó a sacar varias tarjetas amarillas (algunas de ellas innecesarias) y después tuvo que expulsar a dos elementos visitantes cuando en realidad debía amonestar. Descontó el uruguayo Juan Carrasco, empató al comienzo del segundo tiempo Juan José López y faltando menos de quince para el final Leopoldo Luque puso el 3 a 2 definitivo.
Posteriormente River le ganaría al Chalaco en el Antonio Liberti 3-0 y en las revanchas también se impondría: 2-1 al Cristal y 2-0 al Chalaco. Debió haber anotado más goles; no lo hizo. Algo que se lamentaría más tarde. A todo esto, los de la V azulada dirigidos por Jorge Solari no aflojaban. Seguían peleándole “cabeza a cabeza” el primer puesto a la banda roja. En un cotejo decisivo, River y Velez igualarían 0-0 otra vez en Liniers y en el desempate para definir la clasificación –los peruanos ya habían quedado afuera- disputado en la Visera de Cemento de Independiente volverían a empatar 1-1, esta vez en tiempo suplementario. A River no le servía: quedaba eliminado por diferencia de gol… Increíble. Salvando las distancias, parecía repetirse la historia del 68, cuando se perdió por un gol el triangular final del Nacional contra El Fortín.
Un elenco poderoso como el River de Angelito terminaba mal, frágil como el cristal, su primera participación de los 80 en la competencia americana. Aquella noche del escándalo formó con Fillol; Comelles, Lonardi, Passarella y Tarantini; J. J. López, De los Santos y Carrasco; R. Díaz, Alonso y Luque. Dt: Angel Labruna.
Por el grupo 2 de la Copa Libertadores 1980 los Millonarios enfrentaban al Cristal en su segundo partido, después de haber empatado el primero en el mismo escenario sin abrir el marcador ante Velez, quien junto a Chalaco –también de Perú- compartían la zona.
Imprevistamente el elenco donde jugaban Chumpitaz, Oblitas y el arquero Quiroga se puso dos goles arriba a través de Percy Rojas y Uribe. A partir de allí, apelaron al juego brusco para detener la arremetida del conjunto de Labruna, que se vio sorprendido y trató de revertir la situación. El juez empezó a sacar varias tarjetas amarillas (algunas de ellas innecesarias) y después tuvo que expulsar a dos elementos visitantes cuando en realidad debía amonestar. Descontó el uruguayo Juan Carrasco, empató al comienzo del segundo tiempo Juan José López y faltando menos de quince para el final Leopoldo Luque puso el 3 a 2 definitivo.
Posteriormente River le ganaría al Chalaco en el Antonio Liberti 3-0 y en las revanchas también se impondría: 2-1 al Cristal y 2-0 al Chalaco. Debió haber anotado más goles; no lo hizo. Algo que se lamentaría más tarde. A todo esto, los de la V azulada dirigidos por Jorge Solari no aflojaban. Seguían peleándole “cabeza a cabeza” el primer puesto a la banda roja. En un cotejo decisivo, River y Velez igualarían 0-0 otra vez en Liniers y en el desempate para definir la clasificación –los peruanos ya habían quedado afuera- disputado en la Visera de Cemento de Independiente volverían a empatar 1-1, esta vez en tiempo suplementario. A River no le servía: quedaba eliminado por diferencia de gol… Increíble. Salvando las distancias, parecía repetirse la historia del 68, cuando se perdió por un gol el triangular final del Nacional contra El Fortín.
Un elenco poderoso como el River de Angelito terminaba mal, frágil como el cristal, su primera participación de los 80 en la competencia americana. Aquella noche del escándalo formó con Fillol; Comelles, Lonardi, Passarella y Tarantini; J. J. López, De los Santos y Carrasco; R. Díaz, Alonso y Luque. Dt: Angel Labruna.
viernes, 21 de diciembre de 2012
MONTES, el ACTUAL ENTRENADOR de ARQUEROS: de AQUELLOS tres PARTIDOS a este DESAFÍO
River venía de ser campeón Nacional 1981, el primer título de la era post Angel Labruna. La programación cambió y se disputó a comienzos del año 82 el torneo Nacional y luego se desarrollaría el Metropolitano, cuando antes era al revés. En las dos primeras fechas del Nacional 1982 (sólo se había comprado a Carlos Randazzo, eran tiempos de “déficit” quincenal, mensual, anual...) Jorge Ferrero ocupó el arco de River, pero para la tercer jornada el técnico Alfredo Di Stéfano se inclinó por Alberto Montes, quien debutó con un buen desempeño en la igualdad 1 a 1 con Gimnasia de Jujuy como visitantes. Tapó muchas pelotas y mantuvo una seguridad y serenidad elogiables. Había sido acercado al club de Núñez por el dirigente Osvaldo Riganti.
Montes mantuvo un nivel aceptable en el otro empate, esta vez sin abrir el marcador contra N. O. Boys en Rosario. Se notaban sus condiciones, era un valor promisorio; pero al siguiente domingo llegaría el punto más flojo de su efímera trayectoria futbolística en la institución: justo contra Boca en el Monumental.
Nueve jugadores del Millonario habían quedado concentrados con el plantel de César Menotti para el camino hacia el Mundial de España: Ubaldo Fillol, Julio Olarticoechea, Alberto Tarantini, Daniel Passarella, Jorge Gordillo, Ramón Díaz, Enzo Bullery, Américo Gallego y Mario Kempes. Asimismo, otros elementos de renombre (Reinaldo Merlo, Eduardo Saporiti, Alfredo De los Santos, Emilio Commisso, José María Vieta) estaban suspendidos porque no se habían presentado poco tiempo atrás a jugar contra Peñarol en Mar del Plata, por el torneo de verano. River salía a jugar el superclásico diezmado, con lo que le quedaba… repasemos la formación que saltó al campo de juego contra un Boca sin Diego Maradona (también afectado por la Selección) pero que contaba con valores experimentados: Montes; Savarese, Russo, Coccimano y J. García; Vega, Giúdice y Messina; Tévez, Alegre y Randazzo.
El puntero Jorge Tévez abrió el marcador para el local. Luego, River se perdió tres goles “hechos”. Boca estaba ausente. Parecía la “reencarnación” de los once pibes de River que bailaron a Boca en el 71 en cancha de Racing, o de aquellos que le sacaron un empate al Boca campeón en Huracán por el Metro 76. En la popular y en las plateas había fiesta, la gente cantaba: “Seguí bailando Boca seguí bailando / seguí bailando que te vas a enloquecer!” Pero el sueño duró poco y nada: los “xeneises” aprovecharon la inexperiencia y flojedad de la retaguardia local y dieron vuelta el partido. La imagen es un verdadero documento: Rubén Coccimano, Alberto Montes, Carlos Russo, Eduardo Savarese y Carlos Randazzo sólo observan cómo el “Chino” Benítez se pierde otro gol que ya era celebrado en la tribuna visitante …
Empató Oscar Ruggeri para el equipo en ese entonces dirigido por el “Polaco” Cap –al torneo siguiente dirigiría a River, un caso único-, aumentó Ricardo Gareca y luego Oscar Córdoba anotó dos tantos. En uno de ellos, Montes con sus piernas le atajó un penal, pero del rebote el defensor logró convertir… Posteriormente el “Tigre” Gareca pondría las cosas 1 a 5. Algunos simpatizantes de la banda roja insultaban; otros preferían quedarse en silencio sin desaprobar a los juveniles que hacían lo que podían. Para cerrar una tarde lamentable, Jorge García ejecutó un penal que pegó en el palo… Igual, ya estaba todo definido.
Fue una actuación muy floja la de Montes -en un equipo sin fuerza ni reacción-, y ya no volvería más al arco. Ferrero retomó la titularidad y gozó de continuidad hasta finalizar la pálida campaña de River en este certamen, aunque sus producciones fueron apenas aceptables.
En el marco de la segunda rueda del Nacional, ya en la revancha en la Bombonera y con los retornos de Jorge Gordillo y Enzo Bullery –desafectados del plantel argentino que viajaba a España-, Montes fue entrevistado en los vestuarios por un periodista y dijo estar en cierta forma molesto porque quería volver a ser titular: sentía que lo habían dejado de lado y pedía otra oportunidad. Cerca de allí estaba la “Saeta Rubia”, quien escuchó la conversación: dicen que esos dichos fueron más “lapidarios” para Montes que las cinco veces que la tuvo que ir a buscar adentro frente a los “boquenses”… Di Stéfano siempre tuvo un carácter muy fuerte y ya había demostrado su “mano dura” al posibilitar la desvinculaciones de Juan José López, Pedro González y Juan Carlos Heredia (a Talleres de Córdoba), Héctor López (a San Lorenzo), Luján Lonardi (a Arg. Jrs.), Hugo Iervasi (a Chacarita), Pablo Comelles (a Boca), Omar Labruna (a Platense) y Norberto Alonso (a Velez)… menos iba a tener “historia” con un chico que recién comenzaba.
Al principios del 83, el guardameta fue dejado en libertad de acción y siguió su carrera en Bolivia. Dicen que hay mal que por bien no venga: allí fue ídolo en el The Strongest. Posteriormente Montes volvió al país y pasó por Atlanta. Ahora, juega su propio “partido” en River Plate, pero desde otro lugar: Ramón Díaz le ratificó la confianza en su función y desarrolla una tarea tendiente a formar buenos arqueros… y que duren en los tres palos millonarios “algo más” que tres partidos.
Montes mantuvo un nivel aceptable en el otro empate, esta vez sin abrir el marcador contra N. O. Boys en Rosario. Se notaban sus condiciones, era un valor promisorio; pero al siguiente domingo llegaría el punto más flojo de su efímera trayectoria futbolística en la institución: justo contra Boca en el Monumental.
Nueve jugadores del Millonario habían quedado concentrados con el plantel de César Menotti para el camino hacia el Mundial de España: Ubaldo Fillol, Julio Olarticoechea, Alberto Tarantini, Daniel Passarella, Jorge Gordillo, Ramón Díaz, Enzo Bullery, Américo Gallego y Mario Kempes. Asimismo, otros elementos de renombre (Reinaldo Merlo, Eduardo Saporiti, Alfredo De los Santos, Emilio Commisso, José María Vieta) estaban suspendidos porque no se habían presentado poco tiempo atrás a jugar contra Peñarol en Mar del Plata, por el torneo de verano. River salía a jugar el superclásico diezmado, con lo que le quedaba… repasemos la formación que saltó al campo de juego contra un Boca sin Diego Maradona (también afectado por la Selección) pero que contaba con valores experimentados: Montes; Savarese, Russo, Coccimano y J. García; Vega, Giúdice y Messina; Tévez, Alegre y Randazzo.
El puntero Jorge Tévez abrió el marcador para el local. Luego, River se perdió tres goles “hechos”. Boca estaba ausente. Parecía la “reencarnación” de los once pibes de River que bailaron a Boca en el 71 en cancha de Racing, o de aquellos que le sacaron un empate al Boca campeón en Huracán por el Metro 76. En la popular y en las plateas había fiesta, la gente cantaba: “Seguí bailando Boca seguí bailando / seguí bailando que te vas a enloquecer!” Pero el sueño duró poco y nada: los “xeneises” aprovecharon la inexperiencia y flojedad de la retaguardia local y dieron vuelta el partido. La imagen es un verdadero documento: Rubén Coccimano, Alberto Montes, Carlos Russo, Eduardo Savarese y Carlos Randazzo sólo observan cómo el “Chino” Benítez se pierde otro gol que ya era celebrado en la tribuna visitante …
Empató Oscar Ruggeri para el equipo en ese entonces dirigido por el “Polaco” Cap –al torneo siguiente dirigiría a River, un caso único-, aumentó Ricardo Gareca y luego Oscar Córdoba anotó dos tantos. En uno de ellos, Montes con sus piernas le atajó un penal, pero del rebote el defensor logró convertir… Posteriormente el “Tigre” Gareca pondría las cosas 1 a 5. Algunos simpatizantes de la banda roja insultaban; otros preferían quedarse en silencio sin desaprobar a los juveniles que hacían lo que podían. Para cerrar una tarde lamentable, Jorge García ejecutó un penal que pegó en el palo… Igual, ya estaba todo definido.
Fue una actuación muy floja la de Montes -en un equipo sin fuerza ni reacción-, y ya no volvería más al arco. Ferrero retomó la titularidad y gozó de continuidad hasta finalizar la pálida campaña de River en este certamen, aunque sus producciones fueron apenas aceptables.
En el marco de la segunda rueda del Nacional, ya en la revancha en la Bombonera y con los retornos de Jorge Gordillo y Enzo Bullery –desafectados del plantel argentino que viajaba a España-, Montes fue entrevistado en los vestuarios por un periodista y dijo estar en cierta forma molesto porque quería volver a ser titular: sentía que lo habían dejado de lado y pedía otra oportunidad. Cerca de allí estaba la “Saeta Rubia”, quien escuchó la conversación: dicen que esos dichos fueron más “lapidarios” para Montes que las cinco veces que la tuvo que ir a buscar adentro frente a los “boquenses”… Di Stéfano siempre tuvo un carácter muy fuerte y ya había demostrado su “mano dura” al posibilitar la desvinculaciones de Juan José López, Pedro González y Juan Carlos Heredia (a Talleres de Córdoba), Héctor López (a San Lorenzo), Luján Lonardi (a Arg. Jrs.), Hugo Iervasi (a Chacarita), Pablo Comelles (a Boca), Omar Labruna (a Platense) y Norberto Alonso (a Velez)… menos iba a tener “historia” con un chico que recién comenzaba.
Al principios del 83, el guardameta fue dejado en libertad de acción y siguió su carrera en Bolivia. Dicen que hay mal que por bien no venga: allí fue ídolo en el The Strongest. Posteriormente Montes volvió al país y pasó por Atlanta. Ahora, juega su propio “partido” en River Plate, pero desde otro lugar: Ramón Díaz le ratificó la confianza en su función y desarrolla una tarea tendiente a formar buenos arqueros… y que duren en los tres palos millonarios “algo más” que tres partidos.
martes, 27 de noviembre de 2012
No fue tan HERMOSO HACER un PUENTE...
Proveniente de San Martín de Tucumán, Gabriel Puentedura llegó a River a mediados de 1982 y le tocó debutar en la Copa Libertadores de ese año, frente al The Strongest en Bolivia. Los Millonarios –dirigidos por Vladislao Cap- empezaron mal ese torneo continental: no sólo se perdió 1 a 0 en el campo de juego, sino también afuera ya que algunos de sus jugadores se vieron afectados por la altura. Enzo Bullery, por ejemplo, se desmayó ni bien bajó del avión y a último momento fue reemplazo por Carlos Tapia. Durante el segundo tiempo del encuentro se lo vio caído a Ubaldo Fillol, que estaba cumpliendo un buen papel. Se creyó que era una lesión, pero nadie lo había golpeado. Estaba mareado y tuvo que salir, ingresando el arquero tucumano que largó con una aceptable performance.
Poco tiempo después debutó oficialmente en el torneo Metropoliano, cuando River viajó con los suplentes a Córdoba y perdió por la mínima diferencia ante Talleres. Puentedura anduvo muy bien esa tarde.
El cuadro rojiblanco había avanzado en el torneo continental y ahí Puentedura tuvo su prueba de fuego. En el marco del primer cotejo por semifinales contra el Flamengo en el Monumental, se vivía un clima de mucha expectativa. Se habían vendido casi todas las entradas. Un humilde River –que ya no contaba con los formidables planteles de la época de Angelito- quería pasar la línea del cuadro brasileño y de Peñarol –sus dos rivales en el grupo- para acceder a la final de la Copa. Pero un día antes del partido, Fillol se fracturó la clavícula en una práctica. Fue una baja fundamental y se sintió. Inquietud y angustia en el público millonario: Puentedura pasó a ser el centro de las miradas. “Tu-cu-mano, Tu-cu-mano” lo alentó la hinchada cuando ingresó al campo de juego. Y Puentedura respondió. Tuvo una correcta actuación, a pesar del 0-3 final. Salvó a River de más goles (tuvo cierta culpa en uno) pero la gente lo aplaudió.
Volvió al arco en el campeonato local atajando de manera correcta, la noche que con la Reserva se empató en Velez 1 a 1 contra Platense. Se hizo un minuto de silencio por el fallecimiento del “Polaco” Cap. El plantel pasaba a ser dirigido por Jorge Vázquez. Atajó en forma regular, asimismo, la tarde que N. O. Boys venció a la “Banda roja” por 2 a 0 en el Parque Independencia.
Mientras, siguió siendo titular en la Libertadores por la lesión del “Pato”. Pero lo peor estaba por venir. La fue a buscar cuatro veces adentro la noche que Peñarol repitió un resultado histórico (4 a 2, esta vez en casa) y a los pocos días, por el Metropolitano, tres veces más la tarde que River cayó ante Argentinos Juniors por 3 a 1 en cotejo jugado en La Paternal.
Le hizo otros cuatro Flamengo en Brasil (también 4-2 fue el resultado final) y cerró su participación en la Copa cayendo 2-1 frente a Peñarol, esta vez en Montevideo. A todo esto, River era un caos. Eliminados del ansiado certamen americano y con una muy floja campaña en el torneo local. Muchos problemas institucionales y un agudo conflicto entre la “barra brava” y la dirigencia.
Se le ganó a Racing 3 a 0 y Puentedura se recuperó; volvió a estar flojo la noche que Quilmas logró la victoria por 3 a 2, lo mismo que cuando tuvo lugar otro triunfo en el Liberti a Unión por 2 a 1. Fue otra vez un “espanto” su tarea (como la de todo el equipo) cuando River cayó 3 a 1 con Velez en Liniers y volvió a tener un nivel aceptable cuando se obtuvieron los dos puntos (2 a 1) frente a Talleres de Córdoba, la tarde que Labruna volvió a River como DT de los cordobeses y el público local pidió su regreso a Núñez. “Vamos los Millos / que tenemos que ganar / que Labruna / que Labruna volverá!”.
En la Docta “no anduvo” cuando se perdió ante Racing de esa provincia por 1 a 0 (a pesar que le atajó un penal a Gasparini), tampoco en la derrota 1-2 con Huracán en el Monumental y recién mejoró su desempeño en el marco de la victoria 1 a 0 a Central en Rosario.
Fue entonces cuando se recuperó Fillol y volvió a la titularidad. El hombre nacido en San Miguel de Tucumán eecién retornó a cuidar los tres palos en la última fecha del “Metro”, en aceptable tarea en el contexto de la igualdad 2 a 2 con N. O. Boys. El campeón era Estudiantes y River terminaba en la mitad de tabla. Puentedura, por su parte, terminaba el año como el Millonario: desentonando… En el torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, le habían hecho trece goles en cuatro partidos.
El año 83 lo empezó de manera correcta. Por el Nacional, empate 1 a 1 con Chicago en Huracán, luego bajó su producción en la derrota 1-2 frente a los de Mataderos en River, y levantó en la igualdad sin abrir el marcador con Loma Negra en Olavarría. Ya no volvería al arco durante ese torneo: Fillol regresaba después de uno de sus tantos conflictos con los directivos…
En el Metropolitano 83 tuvo más continuidad. Empezó atajando bien la primera fecha, en la victoria 2 a 1 ante Central en Núñez. Enseguida se desató el largo conflicto que los jugadores tuvieron con la dirigencia del club. Cuando volvieron los titulares contra N. O. Boys en el Monumental tuvo una correcta labor, la tarde que los hinchas millonarios le gritaron de todo menos bonitos a sus jugadores…
A la fecha siguiente (empate 2 a 2 con Estudiantes en La Plata) debutó Sergio Goycochea, ya que Puentedura se había lesionado. El “Vasco” empezó a rendir muy bien, dentro de un equipo en pronunciada declinación. Volvió el tucumano en la derrota 1-2 con Boca atajando en buena forma, pero cayó su nivel en la victoria 1-0 frente a Racing también como locales. Tuvo un papel aceptable la tarde que se perdió 2 a 1 con Central en Rosario –cuando falleció el delantero Oscar Trossero, tras el cotejo-, volvió a atajar en forma discreta en la victoria contra Platense por 3 a 1 en el Monumental, lo mismo que en la nueva derrota contra los “xeneises” (esta vez en Velez por 1 a 0) y fue correcta su actuación en la caída contra Ferro 1 a 0. Había sido el último partido de José Varacka (quien había reemplazado a “Pistola” Vázquez) como técnico; asumía entonces otro ex jugador del club: Jorge Dominichi.
Debutó con un triunfo el nuevo entrenador (1 a 0 contra Huracán) y Puentedura tuvo un flojo nivel, pero volvió a responder acertadamente en Córdoba pese a la derrota por 3 a 0 ante Instituto: salvó a River de una goleada aún más categórica. Volvió a trabajar mucho y bien en el empate 1 a 1 ante Unión en Santa Fe, decayó en la igualdad 3 a 3 con San Lorenzo como locales y se recuperó la noche que River le ganó a Racing de Córdoba por 3 a 2 como visitante. A la fecha siguiente, volvio al arco Sergio Goicoechea. Y eso fue todo para Puentedura. En River se venía un cambio de autoridades y el tucumano seguiría luego su paso por Platense y otros clubes más, entre ellos Huracán.
Lo suyo en River tuvo algunos buenos momentos; le tocó una época difícil con un plantel desmantelado por una equivocada política de compra y venta de jugadores, con serios problemas económico-financieros matizados por mutuas acusaciones entre oficialismo y oposición y por irritantes conflictos con los futbolistas. Era un River que se salvó del descenso en el 83 por el promedio, castigado por la indiferencia de su público. El nivel de Puentedura no era para la entidad de Núñez. El “Tu-cu-mano, tu-cu-mano!” de la hinchada duró tan sólo una noche…
Poco tiempo después debutó oficialmente en el torneo Metropoliano, cuando River viajó con los suplentes a Córdoba y perdió por la mínima diferencia ante Talleres. Puentedura anduvo muy bien esa tarde.
El cuadro rojiblanco había avanzado en el torneo continental y ahí Puentedura tuvo su prueba de fuego. En el marco del primer cotejo por semifinales contra el Flamengo en el Monumental, se vivía un clima de mucha expectativa. Se habían vendido casi todas las entradas. Un humilde River –que ya no contaba con los formidables planteles de la época de Angelito- quería pasar la línea del cuadro brasileño y de Peñarol –sus dos rivales en el grupo- para acceder a la final de la Copa. Pero un día antes del partido, Fillol se fracturó la clavícula en una práctica. Fue una baja fundamental y se sintió. Inquietud y angustia en el público millonario: Puentedura pasó a ser el centro de las miradas. “Tu-cu-mano, Tu-cu-mano” lo alentó la hinchada cuando ingresó al campo de juego. Y Puentedura respondió. Tuvo una correcta actuación, a pesar del 0-3 final. Salvó a River de más goles (tuvo cierta culpa en uno) pero la gente lo aplaudió.
Volvió al arco en el campeonato local atajando de manera correcta, la noche que con la Reserva se empató en Velez 1 a 1 contra Platense. Se hizo un minuto de silencio por el fallecimiento del “Polaco” Cap. El plantel pasaba a ser dirigido por Jorge Vázquez. Atajó en forma regular, asimismo, la tarde que N. O. Boys venció a la “Banda roja” por 2 a 0 en el Parque Independencia.
Mientras, siguió siendo titular en la Libertadores por la lesión del “Pato”. Pero lo peor estaba por venir. La fue a buscar cuatro veces adentro la noche que Peñarol repitió un resultado histórico (4 a 2, esta vez en casa) y a los pocos días, por el Metropolitano, tres veces más la tarde que River cayó ante Argentinos Juniors por 3 a 1 en cotejo jugado en La Paternal.
Le hizo otros cuatro Flamengo en Brasil (también 4-2 fue el resultado final) y cerró su participación en la Copa cayendo 2-1 frente a Peñarol, esta vez en Montevideo. A todo esto, River era un caos. Eliminados del ansiado certamen americano y con una muy floja campaña en el torneo local. Muchos problemas institucionales y un agudo conflicto entre la “barra brava” y la dirigencia.
Se le ganó a Racing 3 a 0 y Puentedura se recuperó; volvió a estar flojo la noche que Quilmas logró la victoria por 3 a 2, lo mismo que cuando tuvo lugar otro triunfo en el Liberti a Unión por 2 a 1. Fue otra vez un “espanto” su tarea (como la de todo el equipo) cuando River cayó 3 a 1 con Velez en Liniers y volvió a tener un nivel aceptable cuando se obtuvieron los dos puntos (2 a 1) frente a Talleres de Córdoba, la tarde que Labruna volvió a River como DT de los cordobeses y el público local pidió su regreso a Núñez. “Vamos los Millos / que tenemos que ganar / que Labruna / que Labruna volverá!”.
En la Docta “no anduvo” cuando se perdió ante Racing de esa provincia por 1 a 0 (a pesar que le atajó un penal a Gasparini), tampoco en la derrota 1-2 con Huracán en el Monumental y recién mejoró su desempeño en el marco de la victoria 1 a 0 a Central en Rosario.
Fue entonces cuando se recuperó Fillol y volvió a la titularidad. El hombre nacido en San Miguel de Tucumán eecién retornó a cuidar los tres palos en la última fecha del “Metro”, en aceptable tarea en el contexto de la igualdad 2 a 2 con N. O. Boys. El campeón era Estudiantes y River terminaba en la mitad de tabla. Puentedura, por su parte, terminaba el año como el Millonario: desentonando… En el torneo organizado por la Confederación Sudamericana de Fútbol, le habían hecho trece goles en cuatro partidos.
El año 83 lo empezó de manera correcta. Por el Nacional, empate 1 a 1 con Chicago en Huracán, luego bajó su producción en la derrota 1-2 frente a los de Mataderos en River, y levantó en la igualdad sin abrir el marcador con Loma Negra en Olavarría. Ya no volvería al arco durante ese torneo: Fillol regresaba después de uno de sus tantos conflictos con los directivos…
En el Metropolitano 83 tuvo más continuidad. Empezó atajando bien la primera fecha, en la victoria 2 a 1 ante Central en Núñez. Enseguida se desató el largo conflicto que los jugadores tuvieron con la dirigencia del club. Cuando volvieron los titulares contra N. O. Boys en el Monumental tuvo una correcta labor, la tarde que los hinchas millonarios le gritaron de todo menos bonitos a sus jugadores…
A la fecha siguiente (empate 2 a 2 con Estudiantes en La Plata) debutó Sergio Goycochea, ya que Puentedura se había lesionado. El “Vasco” empezó a rendir muy bien, dentro de un equipo en pronunciada declinación. Volvió el tucumano en la derrota 1-2 con Boca atajando en buena forma, pero cayó su nivel en la victoria 1-0 frente a Racing también como locales. Tuvo un papel aceptable la tarde que se perdió 2 a 1 con Central en Rosario –cuando falleció el delantero Oscar Trossero, tras el cotejo-, volvió a atajar en forma discreta en la victoria contra Platense por 3 a 1 en el Monumental, lo mismo que en la nueva derrota contra los “xeneises” (esta vez en Velez por 1 a 0) y fue correcta su actuación en la caída contra Ferro 1 a 0. Había sido el último partido de José Varacka (quien había reemplazado a “Pistola” Vázquez) como técnico; asumía entonces otro ex jugador del club: Jorge Dominichi.
Debutó con un triunfo el nuevo entrenador (1 a 0 contra Huracán) y Puentedura tuvo un flojo nivel, pero volvió a responder acertadamente en Córdoba pese a la derrota por 3 a 0 ante Instituto: salvó a River de una goleada aún más categórica. Volvió a trabajar mucho y bien en el empate 1 a 1 ante Unión en Santa Fe, decayó en la igualdad 3 a 3 con San Lorenzo como locales y se recuperó la noche que River le ganó a Racing de Córdoba por 3 a 2 como visitante. A la fecha siguiente, volvio al arco Sergio Goicoechea. Y eso fue todo para Puentedura. En River se venía un cambio de autoridades y el tucumano seguiría luego su paso por Platense y otros clubes más, entre ellos Huracán.
Lo suyo en River tuvo algunos buenos momentos; le tocó una época difícil con un plantel desmantelado por una equivocada política de compra y venta de jugadores, con serios problemas económico-financieros matizados por mutuas acusaciones entre oficialismo y oposición y por irritantes conflictos con los futbolistas. Era un River que se salvó del descenso en el 83 por el promedio, castigado por la indiferencia de su público. El nivel de Puentedura no era para la entidad de Núñez. El “Tu-cu-mano, tu-cu-mano!” de la hinchada duró tan sólo una noche…
sábado, 20 de octubre de 2012
“VOS SOS DE LA A”, el NUEVO LIBRO de MARTÍN JONA en el que TUVE el HONOR de HACER el PRÓLOGO y el DISEÑO
Martín Jona, el primer autor en editar una obra de River en el Nacional B (“Volveré a mi tierra: el Monumental”, oct. 2011), un año después es el primero en publicar a través de “Abarcar Ediciones” un libro –propiamente dicho, ya que hubo otras publicaciones- relacionado con la campaña del Millonario en la segunda categoría, infaltable en toda biblioteca riverplatense: “Vos sos de la A.”
Asimismo, se analiza el similar proceso que experimentaron varios equipos grandes del mundo como Manchester United, Corinthians, Atlético Madrid, Milan, Racing, Juventus, Gremio, Valencia -entre otros- que retornaron a Primera División con un nuevo ímpetu. Con fotos color y testimonios únicos. Todo en un solo volumen que he tenido la fortuna de prologar y diseñar.
Los interesados, escribir al mail: abarcarediciones@gmail.com
viernes, 12 de octubre de 2012
martes, 28 de agosto de 2012
El 2-6 que ni Vilas podía remontar
River estaba bien perfilado en la segunda mitad de 1980 para obtener un logro que ningún equipo argentino conquistó todavía: ganar cuatro campeonatos consecutivos. Venía de festejar el Metropolitano y Nacional 79 y el Metro 80, quedando en el recuerdo como el segundo tricampeón de su historia. Ahora se tiraba con todo a llevarse el torneo en el que participaban los cuadros del Interior. Logró la clasificación para Octavos de Final con cierta angustia, pero enfrentó a N. O. Boys en el Monumental con ímpetu victorioso y en el marco de tribunas entusiastas, a pesar de que la Selección de César Menotti se había llevado a Ubaldo Fillol, Daniel Passarella, Alberto Tarantini, Leopoldo Luque y Ramón Díaz para “concentrar” de cara al Mundialito de Uruguay. Ganó el partido de ida el “Millonario” 3-2 después de estar dos veces en desventaja, con un gol de Norberto Alonso y dos de Roberto Gordon.
Se venía la revancha, a mitad de semana. El reglamento en ese entonces decía que “será ganador el equipo que registre mayor diferencia de goles. De subsistir la igualdad, se computarán doble los conquistados como visitante”. Es decir, para el desquite en Rosario a River le bastaba un cero a cero o cualquier otro tipo de empate, que ya pasaba a las Semifinales. Y si el conjunto de Labruna hacía un gol… ya estaba prácticamente todo definido.
River no hizo uno en el Parque Independencia… concretó dos! “Chau, liquidado. A otra cosa. Vamos por el tetracampeonato” pensaron muchos simpatizantes de la Banda. No se había llegado al primer cuarto de hora del cotejo que otra vez el “Tanque” (imagen) y el “Beto” derrotaban a Civarelli. N. O. Boys estaba entregado. Ahora no sólo tenía que empatarle al “Millonario”, sino golearlo. Se produjo el descuento de Enzo Bullery –quien al año siguiente pasaría a la entidad de Núñez junto con Américo Gallego- pero todavía todo estaba bajo control. Hasta que llegó para River el fatal minuto treinta y tres. Luis Landaburu se lesionó en una mano y tuvo que ingresar al arco un juvenil de la Cuarta División: Miguel Angel Torres. Justo en ese momento hubo un córner para los locales. Torres trataba de concentrarse pero detrás suyo tenía a la hinchada rojinegra gritándole de todo. Y pasó lo que no tenía que pasar: el chico se equivocó al salir y Talavera igualó el partido. Para colmo, minutos más tarde Pedro González también la erró: “se le escapó” una pierna y se tuvo que ir expulsado. El ambiente comenzaba a cambiar. Enseguida, N. O. Boys se puso 3 a 2 arriba: estaba eliminado y ahora disponía de la posibilidad de disputar un alargue. Al descanso.
Casi en la mitad del segundo tiempo, Yasalde puso el 4 a 2 para el local. Increíble. A los pocos minutos, el quinto. Al rato, la media docena! Faltaban todavía quince minutos. La tribuna visitante –al costado, repleta de banderas, lo que hoy serían las plateas- no podía entender lo que estaba ocurriendo en el campo de juego. Se había pasado de la euforia a la desazón. Sin embargo, se encendió nuevamente la ilusión y el griterío cuando Alfredo De los Santos tuvo a su favor un penal: podía ser una luz de esperanza. El uruguayo le entró, el balón dio en un palo y se fue… El 6-2 fue categórico: River quedaba eliminado.
Días después de este cotejo, la revista “El Gráfico” le hizo una entrevista a Miguel Torres –quien también atajaba en la Selección juvenil- ilustrada con una imagen del guardameta con un paraguas en medio de la lluvia y titulada: “No es nada pibe, sólo una tormenta de verano” en referencia a su actuación en Rosario. “Es la primera vez que me hacen cinco goles. Cuando Landaburu se lesionó yo le gritaba: ´Vamos Luis, fuerza, arriba!´ En ese momento, en el banco de suplentes, Daniel Lonardi me dijo: ´Che Torres, mirá si tenés que entrar´ Yo le contesté que bueno, que entraba, ¿qué iba a hacer? Esos primeros minutos fueron muy bravos. Yo me tenía confianza pero me cayó una responsabilidad muy grande. Eso sí: me sentí muy apoyado por mis compañeros. Antes de ingresar, Tapia me dijo que era un fenómeno; cuando iba entrando escuché a Merlo y De los Santos dándome aliento, al igual que todos… Pero estoy un poco defraudado, triste. Tengo que olvidarme de lo que pasó esa noche con Newells”.
Esa noche tan adversa River formó con Landaburu (Torres); Saporiti, Pavoni, De los Santos y H. López; Commisso, Merlo y Alonso; P. González, Gordon y Ortiz.
Se venía la revancha, a mitad de semana. El reglamento en ese entonces decía que “será ganador el equipo que registre mayor diferencia de goles. De subsistir la igualdad, se computarán doble los conquistados como visitante”. Es decir, para el desquite en Rosario a River le bastaba un cero a cero o cualquier otro tipo de empate, que ya pasaba a las Semifinales. Y si el conjunto de Labruna hacía un gol… ya estaba prácticamente todo definido.
River no hizo uno en el Parque Independencia… concretó dos! “Chau, liquidado. A otra cosa. Vamos por el tetracampeonato” pensaron muchos simpatizantes de la Banda. No se había llegado al primer cuarto de hora del cotejo que otra vez el “Tanque” (imagen) y el “Beto” derrotaban a Civarelli. N. O. Boys estaba entregado. Ahora no sólo tenía que empatarle al “Millonario”, sino golearlo. Se produjo el descuento de Enzo Bullery –quien al año siguiente pasaría a la entidad de Núñez junto con Américo Gallego- pero todavía todo estaba bajo control. Hasta que llegó para River el fatal minuto treinta y tres. Luis Landaburu se lesionó en una mano y tuvo que ingresar al arco un juvenil de la Cuarta División: Miguel Angel Torres. Justo en ese momento hubo un córner para los locales. Torres trataba de concentrarse pero detrás suyo tenía a la hinchada rojinegra gritándole de todo. Y pasó lo que no tenía que pasar: el chico se equivocó al salir y Talavera igualó el partido. Para colmo, minutos más tarde Pedro González también la erró: “se le escapó” una pierna y se tuvo que ir expulsado. El ambiente comenzaba a cambiar. Enseguida, N. O. Boys se puso 3 a 2 arriba: estaba eliminado y ahora disponía de la posibilidad de disputar un alargue. Al descanso.
Casi en la mitad del segundo tiempo, Yasalde puso el 4 a 2 para el local. Increíble. A los pocos minutos, el quinto. Al rato, la media docena! Faltaban todavía quince minutos. La tribuna visitante –al costado, repleta de banderas, lo que hoy serían las plateas- no podía entender lo que estaba ocurriendo en el campo de juego. Se había pasado de la euforia a la desazón. Sin embargo, se encendió nuevamente la ilusión y el griterío cuando Alfredo De los Santos tuvo a su favor un penal: podía ser una luz de esperanza. El uruguayo le entró, el balón dio en un palo y se fue… El 6-2 fue categórico: River quedaba eliminado.
Días después de este cotejo, la revista “El Gráfico” le hizo una entrevista a Miguel Torres –quien también atajaba en la Selección juvenil- ilustrada con una imagen del guardameta con un paraguas en medio de la lluvia y titulada: “No es nada pibe, sólo una tormenta de verano” en referencia a su actuación en Rosario. “Es la primera vez que me hacen cinco goles. Cuando Landaburu se lesionó yo le gritaba: ´Vamos Luis, fuerza, arriba!´ En ese momento, en el banco de suplentes, Daniel Lonardi me dijo: ´Che Torres, mirá si tenés que entrar´ Yo le contesté que bueno, que entraba, ¿qué iba a hacer? Esos primeros minutos fueron muy bravos. Yo me tenía confianza pero me cayó una responsabilidad muy grande. Eso sí: me sentí muy apoyado por mis compañeros. Antes de ingresar, Tapia me dijo que era un fenómeno; cuando iba entrando escuché a Merlo y De los Santos dándome aliento, al igual que todos… Pero estoy un poco defraudado, triste. Tengo que olvidarme de lo que pasó esa noche con Newells”.
Esa noche tan adversa River formó con Landaburu (Torres); Saporiti, Pavoni, De los Santos y H. López; Commisso, Merlo y Alonso; P. González, Gordon y Ortiz.
lunes, 25 de junio de 2012
REMERAS y LIBRO con HISTORIAS de RIVER
Con la gente amiga de Centrojás -remeras con historia para los amantes del fútbol- estamos lanzando una promoción especial:
El libro de mi autoría “Historias de River cantadas por su gente II” + Camiseta del Millonario retro (hay muchos motivos) a $ 140.-
Para conseguir este combo riverplatense, favor de escribir al mail porsugente@gmail.com o visitar http://www.centrojas.com.ar/ (favor de indicar que es por el combo del libro). En Facebook buscar el user Centrojas remeras.
Saludos.
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Saludos.
lunes, 21 de mayo de 2012
1979: Cuando RIVER CORRIÓ a CENTRAL caminando
Ya salió el disparo de Ramón Díaz antes que llegue Craiyacich y se convertirá en el segundo gol de River, que venció en Arroyito a Rosario Central por 3 a 1 en el encuentro revancha por las semifinales del Nacional 1979.
El elenco de Labruna esperó a los locales en el medio, hizo circular la pelota sin prisa y sin apartarse de un ritmo a “media máquina”, le ganó otra vez a un rival que pareció entregado a los pocos minutos de haber comenzado el juego. Es que a mitad de semana se había disputado el encuentro de ida en el Monumental que terminó desmoralizando a los canallas: los Millonarios fueron una avalancha de fútbol y goles, imponiéndose con contundencia por 4 a 0.
Leopoldo Luque abrió la cuenta en el “Gigante”, en el segundo tiempo aumentó el Pelado, Orte descontó diferencias, Daniel Passarella erró un penal y Eduardo Saporiti cerró el marcador. La Banda Roja formó con Fillol; Saporiti, Lonardi, Passarella y H. López; J. J. López, Merlo y Alonso; R. Díaz, Luque (P. González) y Commisso (Carrasco). En el elenco local jugaron cuatro elementos que se pusieron el manto sagrado en diferentes períodos de los 80: J. García, Sperandío, Gaitán y el mencionado Craiyacich.
River había dejado atrás en las instancias finales a Velez, ahora hacía lo propio con Rosario y se clasificaba finalista del torneo: lo esperaba Unión de Santa Fe, lo esperaba la consagración, el bicampeonato. Treinta y tres años después, ambos cuadros también juegan una instancia decisiva, ahora en la segunda categoría. “Vení Rosario, dame un abrazo / que el Millonario te quiere bailar / somos de River, fútbol y toques / los Globetrotters de este Nacional!” cantó la hinchada en aquellos cotejos de ida y vuelta. Quizás sea sin el baile y sin imponer el show que montaban aquel equipo de básquet norteamericano y muchas veces el River de Angelito, pero este conjunto de Matías Almeyda –desde la unidad del grupo y desde el ímpetu de lograr el ascenso- puede imponer su autoridad y correr también a Rosario… de este largo camino de vuelta a casa.
El elenco de Labruna esperó a los locales en el medio, hizo circular la pelota sin prisa y sin apartarse de un ritmo a “media máquina”, le ganó otra vez a un rival que pareció entregado a los pocos minutos de haber comenzado el juego. Es que a mitad de semana se había disputado el encuentro de ida en el Monumental que terminó desmoralizando a los canallas: los Millonarios fueron una avalancha de fútbol y goles, imponiéndose con contundencia por 4 a 0.
Leopoldo Luque abrió la cuenta en el “Gigante”, en el segundo tiempo aumentó el Pelado, Orte descontó diferencias, Daniel Passarella erró un penal y Eduardo Saporiti cerró el marcador. La Banda Roja formó con Fillol; Saporiti, Lonardi, Passarella y H. López; J. J. López, Merlo y Alonso; R. Díaz, Luque (P. González) y Commisso (Carrasco). En el elenco local jugaron cuatro elementos que se pusieron el manto sagrado en diferentes períodos de los 80: J. García, Sperandío, Gaitán y el mencionado Craiyacich.
River había dejado atrás en las instancias finales a Velez, ahora hacía lo propio con Rosario y se clasificaba finalista del torneo: lo esperaba Unión de Santa Fe, lo esperaba la consagración, el bicampeonato. Treinta y tres años después, ambos cuadros también juegan una instancia decisiva, ahora en la segunda categoría. “Vení Rosario, dame un abrazo / que el Millonario te quiere bailar / somos de River, fútbol y toques / los Globetrotters de este Nacional!” cantó la hinchada en aquellos cotejos de ida y vuelta. Quizás sea sin el baile y sin imponer el show que montaban aquel equipo de básquet norteamericano y muchas veces el River de Angelito, pero este conjunto de Matías Almeyda –desde la unidad del grupo y desde el ímpetu de lograr el ascenso- puede imponer su autoridad y correr también a Rosario… de este largo camino de vuelta a casa.
martes, 8 de mayo de 2012
1981: TRIUNFO en TUCUMÁN y VUELTA a la PUNTA… en el 2012
No fue contra Atlético pero vale el recuerdo de aquella tarde de lluvia y barro contra San Martín de Tucumán, por el Nacional 1981. Ramón Díaz convierte el segundo gol de River y del partido. Los locales se habían desordenado en búsqueda de la igualdad, ya que los Millonarios ganaban por 1 a 0 a través de un golazo de José María Vieta señalado a poco de comenzar el cotejo. Cuando el encuentro finalizaba, Ubaldo Fillol embolsó un disparo de Macat, salió rápido con un tiro fuerte y alto. No había defensores; se fue el Pelado con la “zona liberada” y señaló el 2 a 0 final ante la llegaba tardía de Barrionuevo.
El Pato y el Negro López fueron los valores más destacados del conjunto dirigido por Alfredo Di Stéfano, que formó con Fillol; Olarticoechea, Giúdice, Passarella y J. García; J. J. López, Gallego y Kempes; Vieta, R. Díaz y Commisso.
River ganó con justicia y alcanzó a Ferro en el liderazgo de la “Zona B”. Ojalá este sábado se repita la historia ante el Decano. Un dato más: en la fecha anterior a este enfrentamiento en Tucumán, el cuadro de Núñez había ganado en el Monumental… jugando con la camiseta tricolor.
El Pato y el Negro López fueron los valores más destacados del conjunto dirigido por Alfredo Di Stéfano, que formó con Fillol; Olarticoechea, Giúdice, Passarella y J. García; J. J. López, Gallego y Kempes; Vieta, R. Díaz y Commisso.
River ganó con justicia y alcanzó a Ferro en el liderazgo de la “Zona B”. Ojalá este sábado se repita la historia ante el Decano. Un dato más: en la fecha anterior a este enfrentamiento en Tucumán, el cuadro de Núñez había ganado en el Monumental… jugando con la camiseta tricolor.
miércoles, 25 de abril de 2012
CUANDO los TABLEROS ELECTRÓNICOS en RIVER HACÍAN ALUSIÓN a LAS MALVINAS, HACE 30 AÑOS...
El 2 de abril de 1982 se produjo el desembarco argentino en las Islas Malvinas y dos días después continuaba jugándose en nuestro país el torneo Nacional. La pelota no paraba. El plantel argentino que disputaría el Mundial en España, por su parte, todavía se encontraba aquí, en la etapa de preparación. Cuando debutó y perdió en el Nou Camp ante Bélgica, dos días después el general Benjamín Menéndez reconocía la derrota ante los ingleses y el fin de la guerra.
Mientras el arquero Jorge Ferrero despeja con los puños la entrada de Romero, ante la presencia de Carlos Randazzo curiosamente tratando de dar “una mano” en la línea de defensores, puede distinguirse de fondo en la imagen de uno de los tableros electrónicos del Monumental el clima de euforia -y confusión- que se vivía en aquel entonces: “Las Malvinas son argentinas!”, exclamaba.
El balón rodó ese día en Núñez -y en las demás canchas- ante muy poco público. Ese River estaba en plena decadencia después del título del Nacional 81 y sólo igualaría esa tarde de lluvia y barro con Nueva Chicago sin abrir el marcador. El conjunto dirigido por Alfredo Di Stéfano formó con Ferrero; Saporiti, Russo, Coccimano y J. García; Messina (Cabrera), Merlo (Vega) y Commisso; Tévez, Gordon y Randazzo. Fue expulsado Jorge Tévez por agresión y el juez no marcó, sobre el final, un categórico penal a Gordon. Eran tiempos en que la barra millonaria -todavía no conocida como Los Borrachos del Tablón- llevaba muchas banderas argentinas mientras se desarrollaba el conflicto armado. En tanto, el equipo hacía una campaña muy triste: terminaba sexto entre ocho equipos en la “Zona A”. Una campaña tan triste y absurda como la guerra...
Mientras el arquero Jorge Ferrero despeja con los puños la entrada de Romero, ante la presencia de Carlos Randazzo curiosamente tratando de dar “una mano” en la línea de defensores, puede distinguirse de fondo en la imagen de uno de los tableros electrónicos del Monumental el clima de euforia -y confusión- que se vivía en aquel entonces: “Las Malvinas son argentinas!”, exclamaba.
El balón rodó ese día en Núñez -y en las demás canchas- ante muy poco público. Ese River estaba en plena decadencia después del título del Nacional 81 y sólo igualaría esa tarde de lluvia y barro con Nueva Chicago sin abrir el marcador. El conjunto dirigido por Alfredo Di Stéfano formó con Ferrero; Saporiti, Russo, Coccimano y J. García; Messina (Cabrera), Merlo (Vega) y Commisso; Tévez, Gordon y Randazzo. Fue expulsado Jorge Tévez por agresión y el juez no marcó, sobre el final, un categórico penal a Gordon. Eran tiempos en que la barra millonaria -todavía no conocida como Los Borrachos del Tablón- llevaba muchas banderas argentinas mientras se desarrollaba el conflicto armado. En tanto, el equipo hacía una campaña muy triste: terminaba sexto entre ocho equipos en la “Zona A”. Una campaña tan triste y absurda como la guerra...
martes, 17 de abril de 2012
1980: Un DÍAZ TERRIBLE para INSTITUTO; ESPEREMOS que el SÁBADO TAMBIÉN lo sea…
Ramón Díaz abre las puertas del triunfo ante Instituto de Córdoba por la primera rueda del Nacional 80, en el Monumental. Es el primero del encuentro y del Pelado, quien saca el zurdazo letal antes que llegue el defensor. Los Millonarios derrotaron por 2 a 0 a La Gloria en una producción discreta, sin vuelo: sólo un leve dominio que recién se concretó en la segunda etapa, cuando entró el riojano por Pedro González y señaló los dos goles.
Los cordobeses jugaron a la defensiva y al verse en desventaja no supieron cambiar el rumbo del partido. Cuando avanzaron, se encontraron con un Mostaza Merlo en el medio que les opuso una tenaz resistencia, convirtiéndose en la figura de la cancha.
River venía de perder sorpresivamente contra Platense en cancha de Atlanta y esa tarde sumó dos valiosos puntos, formando con Fillol; Saporiti, Pavoni, Passarella y Tarantini; J. J. López, Merlo y Alonso; P. González (R. Díaz), J. C. Heredia y Ortiz (Luque). Dt.: Angel Labruna.
Treinta y dos años después, ambos conjuntos vuelven a enfrentarse en una instancia decisiva del Nacional B. Ya no está en el banco de suplentes del club de Núñez un joven Ramón Díaz capaz de ingresar con toda su velocidad y contundencia para desnivelar, pero sí está la jerarquía de David Trezeguet para generar el desequilibrio por si se requiere de su presencia, siempre y cuando Almeyda no lo ponga de entrada. Está todavía Daniel Passarella, ahora en el sillón presidencial. Su club se juega una instancia determinante. Una victoria pondría a River en un envión anímico se supone ya sin baches, colocándose a tan sólo un punto del elenco albirrojo y ya perfilado hacia el título. Un triunfo de Instituto provocaría un profundo malestar en la gran masa del pueblo riverplatense. Un empate tampoco sirve, porque River seguiría comprometido. El entrenador cordobés manifestó que van a molestar al equipo de Matías, que lo van a atacar. Difícil: su punto fuerte está en la retaguardia.
El escolta, el elenco más goleador del torneo espera al líder, que tiene la valla menos vencida. ¿Quién prevalecerá? Ahí también juega su propio partido el Pelado actual. No queda mucho margen para el error táctico o estratégico: River debe imponer su ímpetu y su juego acompañado por el fervor del Antonio Vespucio Liberti.
Los cordobeses jugaron a la defensiva y al verse en desventaja no supieron cambiar el rumbo del partido. Cuando avanzaron, se encontraron con un Mostaza Merlo en el medio que les opuso una tenaz resistencia, convirtiéndose en la figura de la cancha.
River venía de perder sorpresivamente contra Platense en cancha de Atlanta y esa tarde sumó dos valiosos puntos, formando con Fillol; Saporiti, Pavoni, Passarella y Tarantini; J. J. López, Merlo y Alonso; P. González (R. Díaz), J. C. Heredia y Ortiz (Luque). Dt.: Angel Labruna.
Treinta y dos años después, ambos conjuntos vuelven a enfrentarse en una instancia decisiva del Nacional B. Ya no está en el banco de suplentes del club de Núñez un joven Ramón Díaz capaz de ingresar con toda su velocidad y contundencia para desnivelar, pero sí está la jerarquía de David Trezeguet para generar el desequilibrio por si se requiere de su presencia, siempre y cuando Almeyda no lo ponga de entrada. Está todavía Daniel Passarella, ahora en el sillón presidencial. Su club se juega una instancia determinante. Una victoria pondría a River en un envión anímico se supone ya sin baches, colocándose a tan sólo un punto del elenco albirrojo y ya perfilado hacia el título. Un triunfo de Instituto provocaría un profundo malestar en la gran masa del pueblo riverplatense. Un empate tampoco sirve, porque River seguiría comprometido. El entrenador cordobés manifestó que van a molestar al equipo de Matías, que lo van a atacar. Difícil: su punto fuerte está en la retaguardia.
El escolta, el elenco más goleador del torneo espera al líder, que tiene la valla menos vencida. ¿Quién prevalecerá? Ahí también juega su propio partido el Pelado actual. No queda mucho margen para el error táctico o estratégico: River debe imponer su ímpetu y su juego acompañado por el fervor del Antonio Vespucio Liberti.
miércoles, 11 de abril de 2012
1983, de AQUELLOS PARTIDOS contra HURACÁN: PENALES y CASUALIDADES que QUEMAN...
Héctor Enrique posicionado como centrodelantero había hecho una buena jugada y se iba en busca del gol, cuando el arquero Vidallé se vio obligado a cometerle penal. Ahí está el remate de Enrique Nieto alto, increíblemente alto... que ahogó la posibilidad de abrir el marcador durante la primera etapa ante Huracán, por el Metropolitano 1983.
River le ganó merecidamente al Globo por 1-0 en un encuentro discreto, con escasas situaciones de riesgo. El conjunto dirigido por Jorge Dominichi -quien debutaba en el cargo después de la desvinculación de José Varacka- tuvo intenciones ofensivas, pero no hubo fútbol ni talento para respaldar la propuesta. Apenas comenzada la segunda parte, hubo otro penal para los Millonarios, esta vez ejecutado y convertido por Carlos Tapia. Los de la Quema sintieron el impacto. Tuvieron la pelota pero no llegaron a inquietar el arco de Gabriel Puentedura. River reguló el ritmo y de contraataque -a través de los rápidos desbordes de Alberto Bica, la figura-, estuvo mucho más cerca de aumentar.
El cuadro de Núñez se encontraba en ese momento en los últimos puestos de la tabla, mientras que Huracán navegaba en la mitad. Volvía al triunfo después de las derrotas frente a Boca y Ferro, pero fue ni más ni menos que eso: sólo dos puntos obtenidos. Jugaba por poco, sin gente, sin banderas, sin grandes objetivos. Cumpliendo un calendario. Era típico del hincha de River de aquellos tiempos: hacerle un vacío al equipo, darle la espalda mostrando su repudio después de perder contra los boquenses o luego de ser eliminados de la Copa Libertadores... River terminaría ese certamen anteúltimo, salvándose del descenso por el promedio. En aquel entonces los fanáticos de la Banda no podían explicarse lo que estaba pasando. Pero históricamente aún se podía estar peor, como quedó demostrado con el último puesto del Apertura 2008 y el descenso en el 2011...
Aquella noche formó con: Puentedura; Gordillo, Saporiti, Nieto y Olarticoechea; Messina, Gallego y Tapia; Bica, Enrique y Commisso (De Vicente). Casi treinta años después, River y Huracán se enfrentarán otra vez en el Monumental, pero por el Nacional B. Esperemos ahora que si llegan a cobrar otra penal para el elenco de Matías Almeyda, se afine la puntería y no ocurra como este caso de Nieto, muy similar al de Cavenaghi recientemente frente a Atlanta. Y esperemos también que no suceda lo mismo contra Instituto, porque al domingo siguiente de la victoria analizada con gol del Chino Tapia se da la casualidad que River tuvo que enfrentar a La Gloria... y perdió 3 a 0.
River le ganó merecidamente al Globo por 1-0 en un encuentro discreto, con escasas situaciones de riesgo. El conjunto dirigido por Jorge Dominichi -quien debutaba en el cargo después de la desvinculación de José Varacka- tuvo intenciones ofensivas, pero no hubo fútbol ni talento para respaldar la propuesta. Apenas comenzada la segunda parte, hubo otro penal para los Millonarios, esta vez ejecutado y convertido por Carlos Tapia. Los de la Quema sintieron el impacto. Tuvieron la pelota pero no llegaron a inquietar el arco de Gabriel Puentedura. River reguló el ritmo y de contraataque -a través de los rápidos desbordes de Alberto Bica, la figura-, estuvo mucho más cerca de aumentar.
El cuadro de Núñez se encontraba en ese momento en los últimos puestos de la tabla, mientras que Huracán navegaba en la mitad. Volvía al triunfo después de las derrotas frente a Boca y Ferro, pero fue ni más ni menos que eso: sólo dos puntos obtenidos. Jugaba por poco, sin gente, sin banderas, sin grandes objetivos. Cumpliendo un calendario. Era típico del hincha de River de aquellos tiempos: hacerle un vacío al equipo, darle la espalda mostrando su repudio después de perder contra los boquenses o luego de ser eliminados de la Copa Libertadores... River terminaría ese certamen anteúltimo, salvándose del descenso por el promedio. En aquel entonces los fanáticos de la Banda no podían explicarse lo que estaba pasando. Pero históricamente aún se podía estar peor, como quedó demostrado con el último puesto del Apertura 2008 y el descenso en el 2011...
Aquella noche formó con: Puentedura; Gordillo, Saporiti, Nieto y Olarticoechea; Messina, Gallego y Tapia; Bica, Enrique y Commisso (De Vicente). Casi treinta años después, River y Huracán se enfrentarán otra vez en el Monumental, pero por el Nacional B. Esperemos ahora que si llegan a cobrar otra penal para el elenco de Matías Almeyda, se afine la puntería y no ocurra como este caso de Nieto, muy similar al de Cavenaghi recientemente frente a Atlanta. Y esperemos también que no suceda lo mismo contra Instituto, porque al domingo siguiente de la victoria analizada con gol del Chino Tapia se da la casualidad que River tuvo que enfrentar a La Gloria... y perdió 3 a 0.
viernes, 6 de abril de 2012
1980: Los EQUIPOS BRASILEÑOS, DIFÍCILES aún en ESPAÑA
Históricamente a River le ha costado mucho vulnerar a los cuadros brasileños. El año 1980, en el marco de la apertura de la Copa Juan Gamper de España, no fue la excepción. Juan José López abrió el marcador con un golazo (imagen) pero luego el Vasco da Gama pasó adelante en el marcador al terminar la primera etapa. En los minutos finales del segundo tiempo, el conjunto de Paulo César se puso 3-1 y Ramón Diaz descontó colocando cifras definitivas: 3-2. El elenco de Angel Labruna -que mereció la igualdad- formó esa noche con Fillol; Comelles, Pavoni, H. Rodríguez y Tarantini; J. J. López (Omar Labruna), Merlo y Alonso; Heredia (R. Díaz), Luque (De los Santos) y Commisso.
A la jornada siguiente, los Millonarios vencieron por penales al P. S. V. Eindhoven de Holanda (la vez que jugaron con la camiseta negra con la banda amarilla, cedida por el Barcelona) por penales: le atajaron uno a Omar Labruna pero luego convirtieron Alonso, De los Santos, R. Díaz y P. González. El encuentro había terminado igualado 0-0 con gran dominio riverplatense, y se hizo justo el triunfo en la serie de penales: 4-2. El Barsa venció a Vasco Da Gama y obtuvo el torneo.
A la jornada siguiente, los Millonarios vencieron por penales al P. S. V. Eindhoven de Holanda (la vez que jugaron con la camiseta negra con la banda amarilla, cedida por el Barcelona) por penales: le atajaron uno a Omar Labruna pero luego convirtieron Alonso, De los Santos, R. Díaz y P. González. El encuentro había terminado igualado 0-0 con gran dominio riverplatense, y se hizo justo el triunfo en la serie de penales: 4-2. El Barsa venció a Vasco Da Gama y obtuvo el torneo.
lunes, 26 de marzo de 2012
1981: El PLANTEL de RIVER... a DECLARAR!
Era un mal momento para el equipo y la afición riverplatense. Se venía de la derrota y eliminación contra el Deportivo Cali de Willington Ortiz, de la triste noche del Monumental con nadie por todos lados cuando se le ganó al Junior de Barranquilla para completar el fixture de la Copa Libertadores, de la victoria por el campeonato Metropolitano ante Sarmiento y del empate frente a San Lorenzo, ambos también en Núñez que no aplacaron los nervios del “mundo River” y de las derrotas como visitante frente a Unión y N. O. Boys. En ese marco, la mayoría de los integrantes del plantel se tuvieron que presentar en Santa Fe para declarar ante un incidente entre ellos e hinchas de Colón ocurrido en septiembre de 1980.
Ahí aparecen con muchas ganas de terminar el trámite cuanto antes Labruna, Merlo, Passarella y Tarantini que ya se proyectó por su lateral... En ese momento trascendió que el DT junto con el Kaiser y Luque corrían el peligro de cárcel de cinco a treinta días, sin salida bajo fianza. El que no tenía salida en ese momento era Angelito: para septiembre, después del Boca campeón con Maradona, se venía Alfredo Di Stéfano a reemplazarlo...
Ahí aparecen con muchas ganas de terminar el trámite cuanto antes Labruna, Merlo, Passarella y Tarantini que ya se proyectó por su lateral... En ese momento trascendió que el DT junto con el Kaiser y Luque corrían el peligro de cárcel de cinco a treinta días, sin salida bajo fianza. El que no tenía salida en ese momento era Angelito: para septiembre, después del Boca campeón con Maradona, se venía Alfredo Di Stéfano a reemplazarlo...
lunes, 5 de marzo de 2012
“HISTORIAS de RIVER CANTADAS por su GENTE II” ya ESTÁ en RIVERMANÍA del MUSEO
Agracezco a Ramiro (imagen) y a todos los que colaboran en Rivermanía por la cálida recepción de "Historias de River cantadas por su gente II", que se editó bajo el sello de “Abarcar Ediciones”. A partir de hoy pueden adquirir el libro también en este negocio del Museo: Av. Figueroa Alcorta 7597, justo al lado del Monumental. Asimismo, se puede conseguir escribiendo a abarcarediciones@gmail.com
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