El público ya había invadido el campo de juego (hasta bajaban de las estructuras tubulares que habían puesto en la pista de atletismo, una locura!) y el partido contra Racing -una anécdota, al fin y al cabo-, por la última fecha del Metropolitano 1975, ya estaba suspendido. “Perico” Raimondo es llevado en andas por la multitud. La policía y los controles se vieron desbordados. “Y en este país quieren organizar el Mundial...” se quejó alguien que seguramente no era del Millonario, pensando en el certamen de 1978. Habían pasado 18 años y la gente de River no pudo aguantar a la finalización del cotejo, razón por la cual desató el festejo en el césped ni bien terminó el primer tiempo.
Hubo algunos hinchas que se quedaron hasta la madrugada del día siguiente celebrando en el Liberti: no paraban de cantar y dar vueltas olímpicas: “Tu corazón nena, tu corazón / tiene los colores de River campeón!”
De todos modos, River ya se había consagrado la fecha anterior al derrotar a Argentinos Juniors en cancha de Velez con elementos juveniles, pues los profesionales del Fútbol Argentino estaban en huelga. De ese equipo de “pollitos”, sólo tuvieron cierta permanencia en Primera División el arquero Vivalda y el marcador lateral Raffaelli.
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