lunes, 31 de octubre de 2011

1979: OTRO 2-1 MARPLATENSE que DEJÓ PREOCUPADO a RIVER


Se podría afirmar que la dolorosa derrota sufrida el sábado pasado ante Aldosivi tiene un antecedente similar, aunque fue otro rival marplatense, otra cancha y por supuesto otra divisional.
Por la segunda fecha del Nacional 1979, el campeón del Metro de ese año pareció seguir de vacaciones en la Feliz, ya que perdió 2-1 contra Kimberley en el Estadio mundialista, encuentro presenciado ante una enorme concurrencia, la mayoría adictos al club de Núñez.
El local supo hacerse fuerte en posiciones defensivas. No obstante, Erezuma aprovechó un grueso error de José L. Pavoni y definió con gran serenidad, mientras que Agonil puso el 2 a 0 antes de finalizar el primer tiempo.
En la segunda parte, el conjunto millonario se fue arriba con fervor y desesperación. Luque descontó pero no se pudo empatar ante la férrea resistencia que opuso Kimberley.
El elenco de Labruna formó esa tarde con Fillol; Comelles, Pavoni, H. Rodríguez y H. López; J. J. López, Merlo y Alonso; P. González (Galletti), Luque y Commisso.
En la escena, Basigalup esvía un remate de Luque. En la segunda ronda, en el Monumental, River se desquitaría: 5-2. Ojalá para que para la segunda rueda del NB, este River de Almeyda también se tome revancha, esta vez en el mismo escenario marplatense.

lunes, 24 de octubre de 2011

LONARDI y LABRUNA: ANTES que DI STÉFANO “TERMINARA” con los DOS...


Daniel Luján Lonardi se abraza a Angel Labruna, en los festejos de la obtención del Metropolitano 1977, en cancha de Huracán. El policía mira con ganas de festejar. Esa temporada fue la mejor del rubio defensor en River. Después, ya no fue lo mismo. “Me gustaría quedarme en el club. Yo quiero jugar”, manifestó a mediados de 1981, cuando llegó Alfredo Di Stéfano como DT. Pero la Saeta Rubia no le tuvo confianza. Ya había sido vendido José Luis Pavoni a Universidad de México pero el entrenador comenzó dándole el puesto de nº 2 a Alfredo de los Santos. Luego intentó con Claudio Giúdice acompañando a Daniel Passarella y posteriormente consolidó a Alberto Tarantini como primer marcador central. Lonardi sólo jugó algunos minutos del Nacional 81 cuando los millonarios golearon justamente al Talleres de Córdoba de Angelito por 5-0 en el Monumental por la 11º fecha, cuando ingresó por Giúdice. Pero Lonardi ya no sería tenido más en cuenta y, cansado de esperar oportunidades, se iría al San Luis de México y después jugaría en el Real Oviedo de España.
Durante el Metro 77, una lesión de Roberto Perfumo -en aquel momento, columna del equipo- lo obligó a muchas consultas médicas. Ya comenzaba a hablarse del retiro del Mariscal. El caudillo que podía desde atrás remontar resultados acompañado por el Kaiser ya no estaba en plenitud y fue entonces cuando apareció Lonardi y la situación se pudo pilotear bastante bien. La prueba está que terminó siendo el quinto jugador que más partidos disputó durante ese extenso certamen, después de Fillol, H. López, Marchetti y J. J. López.

miércoles, 19 de octubre de 2011

“VOLVERÉ A MI TIERRA: EL MONUMENTAL” y una PRESENTACIÓN a TODO RIVER


El lunes 17 de octubre tuve el honor de compartir en el Museo de River la presentación del libro “Volveré a mi tierra: el Monumental” de Martín Jona, en el que participé en la elaboración del diseño y el texto de contratapa.
El auditorio estuvo lleno y muchos de los presentes coincidieron en señalar que se trató de un encuentro ameno y distendido, con los oradores interactuando con el público en un marco de buena “energía riverplatense”.
Gracias a Carolina y a toda la gente del Museo por la buena predisposición y todos a los presentes en el evento.
www.volverealmonumental.blogspot.com
mail: volverealmonumental@gmail.com


Comparto el texto que leí durante el evento. Saludos.
Se podría afirmar que los regresos de Fernando Cavenaghi, el Chori Domínguez, el Lobo Ledesma y Nicolás Domingo fueron actos de amor. Volver a River en una instancia sin precedentes en la historia del club no era algo fácil en el aspecto deportivo y tal vez menos en el económico, pero lo hicieron. Hubo otra persona que no es futbolista del cuadro millonario como los mencionados pero que también se desvive de amor por los colores: se llama Martín Jona, ciudadano riverplatense del mundo, quien al día siguiente del partido revancha contra Belgrano de Córdoba también tuvo un acto rebosante de amor: formó la nueva Filial de River en Nueva Zelanda.
Se dice que hacer un libro es una metáfora de a tercios: el proceso de escritura, diseño e impresión; el libro en sí tangible y visible y la etapa posterior relacionada con el destino: los lectores, las críticas, el alcance. Pero esta obra sale un poco del proceso común de un libro porque tiene una particularidad: ha sido elaborada íntegramente a través de internet. Martín enviándome el material desde Nueva Zelanda por mail, yo respondiéndole aquí en Buenos Aires también por la misma vía. Ni siquiera hizo falta un llamado telefónico para aclarar algo. El amor por River y la vocación periodística alcanzaba para complementarse bien y sintonizar la misma vibración.
Martín nos introduce entonces en una historia fascinante: las peripecias, las emociones y también las angustias que siente por River un fana argentino que vive en el exterior. Un contenido que atrapa por la pasión y las vivencias relatadas, que explora con sensibilidad la pasión pura por el fútbol.
Tal vez no sea un gol de Cavenaghi, una intercepción de Ledesma o Domingo o una buena jugada de Domínguez, pero este libro de Martín (como el hecho de generar una Filial riverplatense un día después de consumado el descenso) es en cierta forma un golazo para la historia, porque se trata del primer libro relacionado con River editado en esta etapa tan particular de la vida de la entidad, y porque viene a recordarnos que el amor es más fuerte y que siempre se vuelve al Monumental, en cualquier momento histórico de River. Que en la vida puede haber tropiezos que se ven como desgracias, pero que al fin y al cabo no son otra cosa que un renacimiento: el inicio de una nueva y próspera etapa. En la vida nos caemos y nos levantamos, y este libro de Martín en cierta forma nos ayuda a los hinchas millonarios a elevarnos, a “ascender” un poquito más.

martes, 11 de octubre de 2011

Que INSTITUTO no VUELVA a SER ese COMPLICADO RIVAL de PRINCIPIOS de los 80


River le ganó a Instituto 2-0 por el Nacional 1980 en el Monumental con goles de Ramón Díaz pero a partir de ahí comenzó a complicarse el panorama en los duelos contra La Gloria. En la revancha disputada en el Estadio Córdoba, el 2-1 a favor de los locales puso en riesgo la clasificación para las finales del equipo de Labruna.
Nuevamente en el Metro 81 al millonario le costó llegar al empate 1-1 como visitante(gol de Alberto Tarantini sobre la hora) y un mes antes, en partido amistoso también disputado en la Docta, los cordobeses se impusieron por 2-0. Pero lo peor vendría en la revancha de este último torneo: Instituto se impuso 5-2 en Núñez, la tarde que Agustín Cejas no la vio y Raúl Chaparro hizo convirtió dos veces, despertando el interés de la dirigencia riverplatense.
Por el Nacional 81 no se cruzaron y por el de 1982 vencieron en las dos ocasiones: 3-0 allá y 3-2 en el Liberti, a cuyo encuentro corresponde esta escena en la que Omar Alegre salta y evita golpear al arquero Munutti, mientras José Vieta aparece expectante.
En el segundo certamen del año, el Metro 82, igualaron 1-1 (Emilio Commisso sobre el final) y en River ganó el local 1-0 con gol del Colorado.
En el Nacional 83 no se enfrentaron y por el Metropolitano de la misma temporada en el partido de ida ganaron los juveniles de River (el plantel profesional estaba en huelga) por la mínima diferencia con tanto de Mercado y en la revancha Instituto se impuso 3-0, la tarde que Enzo Francescoli no jugó y Héctor Enrique lo reemplazó con la “9” y prácticamente no la tocó...
Se tuvo que despertar el Enzo y volver el Beto Alonso para ir poniendo las cosas en su lugar. El sábado próximo espera un Instituto agazapado, queriendo destronar a River y terminar con su invicto. Ya no están los grandes ídolos millonarios para establecer diferencias; no obstante, el conjunto de Almeyda tiene el poderío suficiente para plantarse con autoridad en Córdoba, seguir puntero y ampliar diferencias en la tabla de posiciones.

jueves, 6 de octubre de 2011

De AQUELLOS PARTIDOS CONTRA el GLOBO: un EMPATE en BLANCO DENTRO de un PANORAMA NEGRO


Observen con qué fiereza rechaza Nieto, el segundo marcador central de River, ante la presencia de Di Luca, delantero de Huracán. Más atrás, observa Claudio Giúdice. Claro que el ex defensor de Instituto mostró esas garras sólo en éste y unos pocos partidos más: jamás llegó a justificar su compra -junto con la del delantero Raúl Chaparro- a mediados del 82 y demostró lo equivocado que estuvo el entonces presidente millonario Aragón Cabrera en afirmar que Nieto tenía futuro de Selección.
Por el Metropolitano de ese año, River lograba al menos un empate en cero en Parque Patricios después de cuatro derrotas consecutivas. Fue un partido mediocre, con escasas situaciones de peligro frente a los arcos. Hubo un claro penal no sancionado a Jorge García y un cabezazo de Randazzo que, solo frente al arquero, se desvió completamente.
Durante la semana, el conjunto de Núñez había goleado al The Strongest de Bolivia por la Copa Libertadores pero la alegría del triunfo fue opacada por la profunda preocupación que generó la internación del entonces DT, Vladislao Cap. Fue así que Jorge Vázquez dirigió durante esos días ante los bolivianos y el Globo. El Polaco moriría pocos días después y Pistola quedaría un tiempo más como entrenador hasta que se produciría su renuncia por los resultados negativos obtenidos.
River salió en la Quema con Fillol; Gordillo, Nieto, Giúdice y J. García; Messina, Cabrera y Commisso; Alzamendi, Chaparro (Constantino) y Randazzo (Alegre).
Era un River en profunda caída, que apenas lograría salvarse del descenso un año después por el sistema de promedios. El actual que va a enfrentar a Huracán está invicto, en plena levantada, pero en el Nacional B, por el mismo sistema de promedios que antes lo había salvado...