miércoles, 11 de abril de 2012

1983, de AQUELLOS PARTIDOS contra HURACÁN: PENALES y CASUALIDADES que QUEMAN...

Héctor Enrique posicionado como centrodelantero había hecho una buena jugada y se iba en busca del gol, cuando el arquero Vidallé se vio obligado a cometerle penal. Ahí está el remate de Enrique Nieto alto, increíblemente alto... que ahogó la posibilidad de abrir el marcador durante la primera etapa ante Huracán, por el Metropolitano 1983.
River le ganó merecidamente al Globo por 1-0 en un encuentro discreto, con escasas situaciones de riesgo. El conjunto dirigido por Jorge Dominichi -quien debutaba en el cargo después de la desvinculación de José Varacka- tuvo intenciones ofensivas, pero no hubo fútbol ni talento para respaldar la propuesta. Apenas comenzada la segunda parte, hubo otro penal para los Millonarios, esta vez ejecutado y convertido por Carlos Tapia. Los de la Quema sintieron el impacto. Tuvieron la pelota pero no llegaron a inquietar el arco de Gabriel Puentedura. River reguló el ritmo y de contraataque -a través de los rápidos desbordes de Alberto Bica, la figura-, estuvo mucho más cerca de aumentar.
El cuadro de Núñez se encontraba en ese momento en los últimos puestos de la tabla, mientras que Huracán navegaba en la mitad. Volvía al triunfo después de las derrotas frente a Boca y Ferro, pero fue ni más ni menos que eso: sólo dos puntos obtenidos. Jugaba por poco, sin gente, sin banderas, sin grandes objetivos. Cumpliendo un calendario. Era típico del hincha de River de aquellos tiempos: hacerle un vacío al equipo, darle la espalda mostrando su repudio después de perder contra los boquenses o luego de ser eliminados de la Copa Libertadores... River terminaría ese certamen anteúltimo, salvándose del descenso por el promedio. En aquel entonces los fanáticos de la Banda no podían explicarse lo que estaba pasando. Pero históricamente aún se podía estar peor, como quedó demostrado con el último puesto del Apertura 2008 y el descenso en el 2011...
Aquella noche formó con: Puentedura; Gordillo, Saporiti, Nieto y Olarticoechea; Messina, Gallego y Tapia; Bica, Enrique y Commisso (De Vicente). Casi treinta años después, River y Huracán se enfrentarán otra vez en el Monumental, pero por el Nacional B. Esperemos ahora que si llegan a cobrar otra penal para el elenco de Matías Almeyda, se afine la puntería y no ocurra como este caso de Nieto, muy similar al de Cavenaghi recientemente frente a Atlanta. Y esperemos también que no suceda lo mismo contra Instituto, porque al domingo siguiente de la victoria analizada con gol del Chino Tapia se da la casualidad que River tuvo que enfrentar a La Gloria... y perdió 3 a 0.

3 comentarios:

  1. Que nombres por Dios!!!!!! Nieto,Puentedura,Bica...
    En El Grafico de esa semana,Victor Hugo Morales dijo"Si Francescoli no triunfa, yo de esto no se nada".

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  3. Digo algo así como:

    Uno de los primeros partidos después de las elecciones que ganó la UCR en el 83. Los comentarios de Centrojás pueden reconstruir esa noche. ¿subió la barra a la popu? y ¿qué repercusiones tuvo el comicio en las tribunas? ¿hubo lío con la Federal? (la 51 era una comisaría flamante creada por los milicos después de la erradicación de la villa y que cubría los acontecimientos del barrio) ¿vino gente de Huracán?

    Ganábamos después de una sequía en los resultados y en medio de una pálida en lo anímico por los fallecimientos de Angelito Labruna y Nito Trossero.

    El Negro Nieto pateó el penal como una mula y Tapita -así le decíamos en ese momento- metió el otro y no había nadie en la cancha esa noche de triunfo insólito del año 83. Los socios no iban a plateas, sólo con abonos.

    Una cosa que vendió el periodismo berreta del fútbol argento es nuestra salvación dudosa del descenso ese campeonato del 83 lo que constituye una falacia: ejemplo es que esa noche nuestro equipo no estaba comprometido y luego cerró el campeonato perdiendo con Nueva Chicago, Temperley y Vélez y así y todo nunca estuvo comprometida la permanencia en primera división. River fue anteúltimo de un campeonato largo pero en ningún momento estuvo en zona de descenso.

    En lo personal uno de los mejores años que recuerdo, como socio y como ser humano, el 82 ó el 84, años de rock and roll y cambios de mentalidad. ¿Los equipos? Y buá, era lo que había...

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