El Chino Benítez no puede pasar ante la marca de Alberto Tarantini. Fue durante el cotejo disputado en la Bombonera por el Nacional 1980, en el que Boca se impuso a River por 1 a 0 con gol de tiro libre del puntero Perotti, faltando pocos minutos para el final.
Un ratito antes, y en medio del festejo de las tribunas millonarias por la igualdad, el conjunto dirigido por Angel Labruna tuvo una inmejorable chance de gol. Norberto Alonso, tras dejar a dos defensores atrás, tocó a la derecha para Ramón Díaz. “Hacelo, Pelado!” gritó más de un hincha. Estaba solo, pero el riojano se demoró y cuando aplicó el remate, Gatti achicó y rechazó...
Esa tarde Tarantini había sido objeto de abucheos y silbidos por parte de la parcialidad boquense, que no le perdonaba el hecho de estar jugando en River, y bien. Incluso hubo estribillos insultantes hacia su mujer en aquel momento, la Pata Villanueva. Pero el Conejo respondió cumpliendo una aceptable labor y se retiró besando la camiseta roja y blanca...
Fue un clásico mediocre. El cuadro de Rattín tuvo durante 61 minutos un jugador de ventaja pero no supo aprovecharlo. El juez Claudio Busca había expulsado a Alfredo De los Santos y a Reinaldo Merlo por el lado de River y a Vicente Pernía en Boca. Pero más allá de que el árbitro haya incidido en el desarrollo del encuentro, fue uno de esos pocos partidos en los que uno se preguntaba cuál era el verdadero River de Labruna: el lujoso, agresivo, pleno de calidad, contundente o un equipo más: mezquino, chato, deslucido, de pocas luces... Esas jornadas de River con problemas de identidad, a veces los pagaba así: perdiendo sobre la hora... y encima contra Boca.
El equipo formó con Fillol; Saporiti, Pavoni, Passarella y Tarantini; J. J. López (Luque), Merlo y Commisso; P. González (De los Santos), Alonso y R. Díaz.
Coincido totalmente con el análisis final sobre los equipos de Labruna de esos años. Una buena muestra de eso fue la final del Nacional '78, donde en el partido de ida en el Monumental River acorraló al Rojo, pegó tiros en los palos, tuvo mil situaciones que no pudo concretar y todo terminó 0-0.
ResponderEliminarEn la vuelta en Avellaneda ya sabemos como nos fue, el equipo literalmente no existió, e Independiente se dio el lujo de salir campeón con 2 goles de Bochini.
Igual esto no es un palo para Angelito, con tantas alegrías que nos supo dar. Pero esos equipos eran capaces de las actuaciones mas brillantes y vistosas, como así también las mas intrascendentes. Otro dato a tener en cuenta es que el Boca de ese año daba lástima, se caía a pedazos, en el Metro le ganamos los 2 partidos (uno el del famoso 5-2 en la Bombonera)
Sí, tal cual George. Cuando estaba haciendo este post, me acordaba de ese partido del Metro en la Boca, del 5 a 2 con Carrasco y el Pelado inspirados, ocurrido pocos meses antes. Y qué increíble que no se haya repetido, porque ese equipo de Rattín estaba otra vez para el cachetazo.
ResponderEliminarY con respecto a Labruna, por supuesto que también ha cometido errores y le cabe algún palo, por más que uno lo adore. Con el equipo que tuvo, con la calidad de esos jugadores, yo sostengo que River perdió una inmejorable chance de liderar el fútbol continental. Y cuando hicimos la gira por Europa después del Mundial 78, se comprobó: estábamos para ganarle a cualquiera.
Saludos
Gustavo
Yo creo Gustavo que River no es el rey de Copas, sencillamente porque el estilo que requiere la Libertadores no nos cae bien.
ResponderEliminarSiempre hubo cuadrazos de River y solo dos llegaron al festejo. En los 60 con Ermindo, Daniel y Pinino se nos escapó esa final en Chile. Con Angelito siempre amagamos y nunca concretamos (Y jugadores había de sobra). En los 80 la ganamos pero el equipo que armó el Bambino no era lo que uno dice un equipo lujoso. Jugabamos de contra y la defensa era de hierro.
Con Ramon en el 96 pasó algo parecido. Matabamos de local, pero afuera jugaba Juampi sorin de volante por izquierda.
En el principio de siglo, River tambien tuvo equipos de puta madre (Cavenaghi, Coudet, Ortega, Gallardo, Salas, Lucho, Rolfi, Dallesandro, etc, etc) y nos quedamos cerca varias veces.
Yo creo que si no ganamos mas afuera es solamente por una cuestión de estilo.
Sí, es cierto Adrián/Dalmassito lo que decís. Pero no sólo es una cuestión de estilo de juego: también pasa por una mentalidad ganadora que salga proyectada desde las autoridades del club.
ResponderEliminarCuando ganamos la Copa en 1986 y 1996, había una “bajada de línea” desde la dirigencia y del técnico a los jugadores. Hasta la gente se había “consagrado al proyecto”.
En los últimos tiempos, en cambio, el ex titular del club repetía una y otra vez que ganar la Copa no era tan importante como obtener un torneo local... Mientras, en la vereda de enfrente siguieron festejando una y otra vez. Refregándonos sus copas en nuestra cara. En América y en Japón...
Esperemos que quienes tienen la responsabilidad de conducir la entidad en este momento devuelvan a River a ese lugar de prestigio internacional que jamás debió haber perdido.
Saludos
Gustavo
Concuerdo con esa opinión. El estilo para ganar la Libertadores es ese, nos guste o no. Hacerse fuerte de local y luego de visitante defensa férrea para asegurar el 0 en el arco propio, y salir de contra.
ResponderEliminarTampoco quiere decir que haya que hacer la "gran Mourinho", Estudiantes el año pasado la ganó jugando bien y con un equipo bastante equilibrado en sus líneas. Pero con lujos y estilo vistoso está claro que no se puede.
También influye mucho tener jugadores con personalidad, que se banquen situaciones extremas o en canchas bravas de visitantes con algún árbitro localista.